Tanto si tenemos la suerte de disfrutar de un suave clima mediterráneo como si nuestra vivienda está en una zona de temperaturas más continentales, no hay motivos para descuidar el exterior cuando se acaban los meses más calurosos. Con un equipamiento y un mantenimiento adecuados, no solo alargaremos la vida útil de la terraza a lo largo del año, sino que evitaremos que la dejadez que a menudo se produce durante las estaciones más frías nos pase factura en primavera, obligándonos a molestas y costosas reparaciones y renovaciones. Toma nota de estos consejos para sacarle el máximo partido a la tuya en las temporadas de otoño e invierno.

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En otoño, es importante preparar los suelos de madera y cualquier otro elemento de este material expuesto al exterior para protegerlos del frío, la lluvia y la nieve. Estos requieren una aplicación periódica de aceites especiales que penetren en profundidad en la madera, para mantener los poros saturados y crear una barrera protectora y duradera que repela el agua y la suciedad. Así, la vida útil de este material natural se prolonga, sin necesidad de realizar grandes esfuerzos de mantenimiento.

Según los expertos, el intervalo de aplicación más aconsejable es una vez antes del verano y otra después de este. Además, hay aceites que incorporan aditivos que reducen los efectos de la radiación ultravioleta sobre la madera, de manera que la tarima sufrirá menos grietas y contará con una mayor protección frente al agrisamiento producido por los rayos del sol.

La tarima de la imagen es una propuesta en baldosas de Leroy Merlin en la que se pueden apreciar distintas tonalidades de madera.

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Si el suelo de tu terraza está ya muy deteriorado o si te apetece disfrutar de la belleza de la madera, pero no quieres tener que estar pendiente de su cuidado, las llamadas tarimas sintéticas (conocidas también como tarimas tecnológicas o de composite) aúnan lo mejor de este material natural sin ninguno de sus requisitos de mantenimiento. Realizadas con fibras de madera aglomeradas con resinas, se mantienen inalterables frente a la acción del sol y de otros agentes atmosféricos y se encuentran disponibles en una gran variedad de diseños y acabados, para adaptarse a cualquier estilo decorativo.

Esta acogedora terraza con piscina se ha revestido con la tarima sintética Urban Deck Up Duo, en diseño Laurel, de Gabarró, cuya principal característica es que las lamas son reversibles, en dos acabados de madera (en este caso, el otro lado es de arce).

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Las barandillas de hierro y los muebles de forja pueden oxidarse por acción de la lluvia y la humedad. Para evitarlo, basta con aplicar una imprimación contra el óxido, haciendo hincapié en las zonas afectadas, y posteriormente dar un par de capas de pintura especial para metales.

Para simplificar el proceso, existen pinturas que incorporan ya la imprimación en su composición, como Oxipro Forja, de Jotun (en la imagen), un esmalte directo que puede aplicarse sobre hierro y óxido, disponible en una amplia gama de colores, que ofrece hasta 10 años de protección.

¿Quieres un formato que te lo ponga más fácil aún? Elige un producto en aerosol, para llegar a todos los recovecos sin esfuerzo.

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La exposición continuada a la intemperie acaba por dañar prácticamente cualquier material. Por lo que respecta a los muebles de exterior, un buen hábito es protegerlos con algún tipo de funda o ponerlos a cubierto en caso de lluvia. Si no los vas a usar, guárdalos en un cobertizo o incluso en un arcón de exterior especialmente concebido para ello.

En cualquier caso, piensa que los diseños de materiales sintéticos, como las resinas o la combinación de alambre y celulosa que imitan fibras vegetales como el mimbre o el ratán, así como los de aluminio, son muy resistentes y no requieren ningún tipo de mantenimiento, al contrario que los de madera o los de forja.

Esta terraza se ha equipado con muebles de aluminio y telas tratadas para su uso al aire libre, de Kave Home.

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En cuanto a las colchonetas y cojines, lo mejor es guardarlos a mano (de forma que puedas ponerlos en un momento cuando quieras usarlos) para preservarlos de la humedad. Los arcones para exterior son muy prácticos para ello, aunque también hay muebles que ofrecen espacio en su interior para almacenar este tipo de elementos. Los de la imagen, con ruedas y que también sirven de asiento, son de La Redoute Interieurs.

Además, las telas especialmente pensadas para su uso en exteriores, muchas de ellas impermeables, son preferibles a las convencionales. Selecciona tejidos que también soporten la acción directa de los rayos del sol y cuenten con tratamientos antimanchas que los hagan muy resistentes.

Entre las ofertas más novedosas lanzadas al mercado existen hasta tejidos ‘inteligentes’. ¿En qué se traduce? Por ejemplo, los de la propuesta son de Ecoplen y son antivirus y autolimpiables, para facilitar (aún más) el mantenimiento de la terraza. Como alternativa puedes apostar por la polipiel náutica, si te gusta su tacto y aspecto, pues asimismo posee unas propiedades antibacterianas fungicidas y evita los hongos.

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Para proteger el equipamiento frente a las inclemencias del tiempo durante los meses más fríos, resulta vital colocar una cubierta adecuada que, además, nos permitirá alargar el uso de la terraza más allá del verano. Las hay de muchos tipos y materiales, aunque resultan especialmente indicadas las pérgolas bioclimáticas (como esta, instalada en una residencia reformada por Tinda’s Project y cuyo paisajismo firma Natural Gardens), ya que están compuestas por lamas orientables capaces de ofrecer la protección de un porche, pero con la versatilidad de un toldo y sin ninguno de sus inconvenientes de mantenimiento o limpieza. La clave reside en que se pueden regular en función de la cantidad de sol que queremos dejar pasar, así como según las necesidades de ventilación o de protección frente a la lluvia, nieve y viento. Esto se consigue mediante un sencillo accionamiento manual o automatizado que permite abrirlas o cerrarlas totalmente.

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¿Buscas aún más protección frente al frío, el viento o la lluvia? Apuesta por un cerramiento con paneles de vidrio plegables, que nos permitan disfrutar el exterior todo el año. En la actualidad existen muchas firmas que ofrecen este tipo de cerramientos prácticamente invisibles que pueden abrirse por completo en verano y ofrecer aislamiento térmico en invierno. El de la imagen, sin perfiles para que sea una auténtica ‘cortina’ de cristal, es de la empresa multinacional Lumon, y se combina con techo también acristalado, que puede ser fijo o móvil.

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Nos han salvado la vida en verano, pero, en invierno, los toldos están expuesto a las inclemencias del tiempo, por lo que conviene prestar atención a los días de mal tiempo y asegurarse de recogerlos en caso de previsión de viento fuerte, lluvia o granizo.

La buena noticia es que hay accesorios y automatismos que ayudan en este sentido, como los sensores electrónicos que detectan lluvia, viento o sol y recogen o extienden la cubierta según el caso y pueden combinarse con todo tipo de aperturas motorizadas.

Por otra parte, los modelos con cofre, que guardan la lona en su interior cuando no está en uso, ofrecen una protección extra a la misma que alarga su vida útil. En cualquier caso, recuerda que nunca debe recogerse un toldo mojado, ya que esto provocará que se forme moho y se estropee el tejido.

El de la fotografía es un toldo telescópico de GreenDesign que protege una zona de estar al aire libre.

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Las rayas marineras y la vegetación selvática están muy bien para viajar con la mente a destinos exóticos mientras esperas las vacaciones de verano, pero, ahora que los días se acortan, es el momento de pensar en textiles que nos arropen mientras disfrutamos de los colores del otoño.  Mantas y plaids de punto (o de pelo, si quieres trasladarte a los países nórdicos este invierno, aunque solo sea con la imaginación), son aliados perfectos para decorar los exteriores a juego con el resto de la casa, al igual que los cojines y las alfombras de exterior en una paleta cromática cálida.

PortobelloStreet.es propone una completa oferta de plaids y alfombras de fibras naturales con una estética natural de aire atemporal, como el de la imagen.

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A medida que avanzamos en la estación fría, anochece antes y se hace necesario combatir la oscuridad con una iluminación que, además, aporte una nota festiva y acogedora a la terraza. Guirnaldas de bombillas de aire retro (pero no por ello menos eficientes) y lámparas solares portátiles (sin cables) son elecciones muy prácticas en cualquier espacio.

Aunque, para disfrutar del auténtico calor de hogar, también en el exterior de este, nada mejor que los fire pits (término inglés que se refiere a los braseros), las estufas de exterior o las chimeneas, ya sean de bioetanol o de leña. La de la imagen es el espectacular diseño suspendido Gyrofocus, de la firma Focus, en un atractivo acabado óxido.

¿Te parece que la chimenea de la anterior propuesta ocupa demasiado espacio? En el mercado encontrarás un amplio abanico de posibilidades de elementos que ofrecen calor, también en dimensiones más contenidas y de formato exento, para que puedas trasladarlos si lo necesitas. Este es un buen ejemplo de lo que hablamos, se trata del modelo Kolsa de Made.com (119 x 50 x 50 cm y pesa tan solo 10 kilos), fabricado en acero templado y en color negro, que ofrece una estética industrial.

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